Del porqué crear una página en este blog

"¿Por qué estamos aquí?".
Os preguntaréis. Lo cierto es que yo también me hago esa pregunta día tras día.

Aquí publiqué una breve descripción (entiéndase que en mi diccionario el concepto de "breve" es muy diferente al de otras personas) en la que daba algunas explicaciones de la existencia de este blog, de sus entradas y de sus funciones. Pero ¿páginas?

En principio, ¿qué son las páginas? No tengo idea y el artículo en inglés no me lo terminó de aclarar. Sé que es algo que muchos blogs que he visto (generalmente de plataforma WordPress) usan las páginas. Antes no había visto esta increíble aplicación; tengo mis ciertas dudas de si no las vi antes porque no curioseé lo suficiente, o si no las vi antes porque antes no estaban. Sea como fuese, lo cierto es que ahora los blogs de Blogger tenemos páginas. ¡YUJU!

Sabiendo qué es lo que es una página, teniendo bien claro para qué es este blog...
... uno no se termina de explicar para qué diandres crear una página en este blog. En teoría, estas cosas sirven para mantener información estática y que a los lectores pudiera interesarles, pero ni siquiera tengo constancia de que en este blog haya más que una planta rodadora por allí dando vueltas.

En otras palabras, esta página, al igual que el blog en general, no tiene ningún propósito ni razón de ser. Sería como la lógica para la química, o la matemática para la física. Es una matriz para algo más. Es una ciencia formal, cuya última finalidad es ayudar a las ciencias fácticas.

Traducido al criollo: Es una especie de práctica y asentamiento de bases y fundamentos para lograr alcanzar otras metas.

Así, sin saber bien porqué, abro una página en este blog. El blog tiene una finalidad de prueba, la página también. Esta página se hace para que, cuando en en el salón o en cualquier futuro blog que cree necesite crear una página, pueda hacerlo y decir orgullosamente "¡lo hice bien!". En lugar de lamentar amargamente "¡todo me salió al revés!". Si aquí, por ejemplo, todo sale mal, aprenderé de mis errores y todo quedará perfecto, pues lo intentaré en otra ocasión. Pero ¿qué pasaría si...?
Mejor no pensar en la aterratoria posibilitez de que en "El salón del Estudio" se perdiera toda la información de índole universal que allí se encuentra.

Damas, caballeros...
... bienvenidos a la página de prueba (y, por tanto, inútil a efectos prácticos y en el presente inmediato) del Salón de los Simulacros.

¡Corred, insensatos!